viernes, 13 de junio de 2008
Te quiero un mundo
Me desperté como tantos otros días y te preparé el desayuno.Poco después te empecé a regañar porque llegábamos tarde para ir al colegio y tú apresurado tiraste la leche por encima de tu ropa.
Furioso te zarandeé para que te fueras a cambiar de inmediato.
Durante el camino al colegio no hablaste ninguna palabra y te despediste de mí timidamente.Te repliqué que te portaras bien.
Cuando llegué de trabajar por la tarde vi que estabas jugando con tus amigos con la ropa nueva y solo supe decirte que tuvieras cuidado con la ropa y te llevé a empujones a casa para que te cambiaras inmediatamente.
A la hora de cenar solo buscaba silencio absoluto y te increpé que porqué no te callaras, que necesitaba tranquilidad y le envié a su cuarto a dormir.
Poco a poco mi ira se fué apagando y me di cuenta de que exageraba demasiado y sentí deseos de darte mil besos, pero no pude.¿Como iba un padre después de hacer tal escena, mostrarse sumiso y arrepentido?
Luego vi que te acercabas por el pasillo hacia donde estaba yó y te pregunté: ¿Vienes a despedirte?
Derrepente estiraste los bracitos y viniste apresurado para abrazarme.Te abracé con un nudo en la garganta y pensé que el mundo se me caía a los pies.
Después entré en tu habitación y te vi como dormías y acerqué mis labios a tus mejillas y sentí ese olor a fresco que siempre has tenido.
Esa noche no pude dormir bien.Pensaba por qué te trato como un adulto cuando tu me solo has sabido darme amor...
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