...y es que unas simples palabras en un momento bajo o sobre las personas que nos importan, hacen que el cuerpo física y mentalmente cambien radicalmente.
He observado ese comportamiento en mi persona durante tantas y tantas veces que incluso he intentado en el momento de recibir la noticia pensar... !Soy la misma persona que antes!, !No debe de influirme nada!, !como puede ser que hace unos instantes estuviera feliz, y ahora...!
Nunca he podido conseguir el volver al estado de antes, y creo que en este sentido las personas nos diferenciamos, en las que pueden llevarlo sin aparentemente exteriorizarlo y las que no.Por mi parte...estoy empezando a contener el impulso hasta que me calmo otra vez....o puede que no.
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